La gran bahía de Sardina del Norte es posiblemente una de las inmersiones más frecuentadas de la isla. Los puntos de entrada y salida no varían normalmente a lo largo del año dado que la playa disfruta de una protección natural que hace de ella un sitio óptimo también para buceadores principiantes. Sardina ofrece un entorno magnífico para disfrutar de diversas maneras, como por ejemplo realizando inmersiones nocturnas, fotografía subacuática o incluso cursos para novatos. El fondo de arena y sus lenguas volcánicas dan hogar mayoritariamente a anguilas jardineras, angelotes, rayas, morenas y anémonas, mientras que a media profundidad encontramos bancos de barracudas, bogas o roncadores.